LE ENSEÑAMOS A BUSCAR EMPLEO, A VER QUIEN DA MÁS

Me sorprenden la cantidad de cursos, talleres y seminarios que se ofrecen actualmente para superar con éxito el proceso de selección. Por hacer un símil, imagino un grupo de pescadores comprando los mejores equipos de pesca para acabar tirando el anzuelo en uno de esos riachuelos llenos de espuma y neumáticos rotos, con la vana esperanza de que algo pique.

Quizás yo misma me tiro piedras al tejado no obstante, en los tiempos que corren, con la eliminación constante de puestos de trabajo ¿no sería mejor formar a la gente en habilidades más realistas? ¿Buscar empleo? ¿Qué empleo?

No es fácil, si tenemos en cuenta que España es un país burocráticamente rico que además multiplica su eficacia en este edificante concepto cuando, para más recochineo, el desgraciado buscador de empleo tiene la suerte de vivir en una autonomía que multiplica por dos o por tres lo que la administración central ya reparte con generosidad. Lo dejo aquí porque se me calienta la sangre y estoy en proceso de aprender a no luchar batallas perdidas.

Siguiendo con lo de “educar” a la gente en competencias más útiles y productivas que la búsqueda de un trabajo a todas luces inexistente, a mí se me ocurren unas cuantas cosas:

• Quizás haya gente dispuesta a trabajar en el campo pero no tiene idea de cómo hacerlo.
• Servicios a personas en pequeña escala y por parte de autónomos como hacer la compra para gente con poca movilidad, cocinar platos saludables para gente con poco tiempo y cantidad de pequeñas tareas que contribuirían a mejorar la vida de unos y la economía de los otros. (Eso si, rebajando la cuota de autónomos o haciendo que la misma se pague solo cuando se factura, por ejemplo).
• Servicios complementarios al turismo rural – como hacen en tantos otros países de Europa.
• Alquiler de habitaciones como hacen en Francia, Inglaterra y otros países pero sin “estrangular” a los propietarios con licencias, permisos, requisitos y otras “desvergonzadas” tasas a ciudadanos que solo intentan llegar a fin de mes.
• Formar a las personas para que se atrevan a emprender pero en el proceso simplificar esos absurdos y, en muchos casos inalcanzables requisitos que hay que cumplir para montar cualquier negocio por pequeño que sea.

Entre la lentitud de las administraciones para tomar medidas, la poca flexibilidad del mercado laboral, la beca de los funcionarios públicos felices e inamovibles en sus puestos, incompetentes en su mayoría (sin que ello quite que también hay gente válida y que se esfuerza), la poca efectividad de los sindicatos para lograr nada que no sea la perpetuidad de sus puestos, es preocupante constatar que ostentamos un vergonzoso primer lugar en la tasa de desempleo, que no tenemos ni la mentalidad ni la capacidad que tienen otros países europeos para organizarnos y liar un huelga de aquí te espero y que mientras tanto siguen proliferando esos cursos tan prácticos y eficaces, que de paso sea dicho, pagamos todos, para ayudar a que nuestros resignados conciudadanos encuentren ese inexistente y cada vez más escaso trabajo de sus sueños.

Sería gracioso si no fuese tan dramático.