Acabo de regresar de Estados Unidos a donde de vez en cuando me gusta ir para ver que se cuece a nivel de “management” y, en esta ocasión, porque también me interesaba averiguar como estaban haciendo frente la población a la famosa crisis económica.
EE.UU. es un país que o bien levanta pasiones o, por el contrario, genera grandes odios. Yo procuro no decantarme hacia ninguno de los dos extremos y, como todo en esta vida, quedarme con aquello que encuentro positivo y que puede aportar valor al trabajo que realizo.