Arquitectura Hotelera

Los hoteles deben ofrecer a los usuarios elementos diferenciadores que sean claves en la toma de decisión para la elección del establecimiento, y la arquitectura y el diseño lo son. Cada hotel debe ser único, especial, original, de modo que el cliente tenga la sensación de nuevas experiencias. La filosofía que aplica Criteria Arquitecthos para crear proyectos consta de tres ejes fundamentales: la función, la emoción y la técnica.

1. FUNCIÓN: El turismo actual demanda cada vez más diversidad en los espacios. En un hotel se realizan funciones y usos muy diferenciados, siendo muy importante que los espacios específicos no se interfieran entre sí. Así pues, deben separarse funciones como la de descansar respecto de zonas que produzcan ruidos como las zonas de servicios, las zonas lúdicas y de piscina del hotel y los ruidos provenientes de la calle, dando un trato diferenciador y selecto con la eficacia y el confort de los servicios prestados.

El restaurante debe constituir una zona tranquila y sin interferencias de ningún tipo, disfrutando de una relativa intimidad, y si el restaurante es muy grande debe estar subdividido en zonas. Tampoco deben producirse interferencias entre los servicios, suministros y los huéspedes; algo que resulta elemental pero que no siempre se cumple. Los salones deben tener diferentes ambientes creando para cada servicio y horario un escenario diferente.

2. EMOCIÓN: una buena arquitectura hotelera debe funcionar, pero a la vez, emocionar. Se trata de crear ambientes acogedores que a través de los sentidos externos produzcan emociones favorables a los sentidos internos porque la arquitectura no es tan sólo un tema de materiales y estructuras, sino básicamente de sensaciones que den al huésped emociones nuevas para que a través de nuevos ambientes hagan que entre en contacto con un entorno muy diferente al suyo habitual, y eso le haga olvidarse de sus problemas diarios o verlos de otra manera. La arquitectura y su diseño alcanzan una gran importancia como valor primordial en la oferta hotelera, como característica diferenciadora de un nuevo hotel.

Por tanto, uno de los temas fundamentales es que hoteleros y arquitectos determinen cuales son las sensaciones que en el hotel van a recibir los huéspedes.

3. TÉCNICA: La técnica debe estar al servicio de la función y de la emoción aportando comodidad y confort tanto al huésped como al personal que trabaja en el hotel. El buen diseño de las instalaciones debe considerarse desde el comienzo del proyecto. Para ello, la más moderna tecnología facilitará el funcionamiento del hotel. Con nuevos materiales se diseñarán espacios que inviten a un relajado estado de ánimo y disfrute de las estancias. En el diseño de hoteles es muy importante el uso de las tecnologías en función de criterios medioambientales, de facilidad de puesta en obra, de ahorro energético y en función de los materiales locales, propios de la zona.

La domótica integra las nuevas tecnologías en el diseño para mejorar la calidad de la estancia del huésped. Estos sistemas controlan y gestionan sus instalaciones, proporcionando eficiencia, seguridad, comodidad y el mejor confort, con el máximo ahorro energético. Se regula la iluminación y la climatización del edificio, se abren o cierran automáticamente ventanas y persianas, se controlan los diferentes dispositivos electrónicos y se manejan los ascensores del edificio según parámetros prefijados.

La iluminación es un factor muy importante en el diseño de los espacios de hoteles para crear diferentes ambientes tanto en diferentes espacios como en un mismo espacio pero en diferentes momentos del día y la noche.

Se utilizan sistemas diseñados para gestionar la iluminación de manera que sus encendidos se ajusten lo mejor posible a la presencia humana, por ejemplo en los pasillos. El sistema domótico analiza de una forma muy precisa la luminosidad ambiental que proporciona la luz natural para que el apoyo de luz artificial solamente se active cuando sea estrictamente necesario. Este detector puede distinguir, por ejemplo, una entrada esporádica en una habitación, de una presencia real, de alguien que permanece más tiempo en la habitación. En el primer caso la luz no se encenderá, mientras que en el segundo caso sí.

El estudio pormenorizado de estos tres requisitos básicos, función, emoción y técnica, nos permitirá crear un hotel que se ajuste tanto a la concepción del promotor como a las necesidades específicas de sus clientes, creando ambientes acogedores y confortables que faciliten la estancia, pero no lo olvide, la arquitectura primero debe funcionar y a la vez debe emocionar.

Claudi Martinez - Criteria Arquitecthos