¿Soy yo o algunas cosas no tienen sentido?

Hace unas semanas tuve que ir a Madrid con unos compañeros. Decidimos coger el AVE porque, según como se mire, todo son ventajas. Entré en la página web de RENFE, ¡cuanta información! Que ordenadita y clara, hice la reserva, pagué con tarjeta de crédito y, mientras me maravillaba de la efectividad y rapidez de todo el proceso, me acordé que como sufrida autónoma que soy, me convenía pedir una factura por la compra de los billetes.